Escribiré la carta de suicidio
con ojos secos, mientras anochezca.
El cuarto frío, mientras anochezca,
será tierno regazo en mi suicidio.
Escribiré las causas de mi muerte
con verso de alabanza, ya sin miedo;
no dejo la esperanza por el miedo.
Al seco yo me beberé la muerte.
Lo último que guardo es el orgullo,
la calma con que hago lo correcto.
La muerte del cobarde es lo correcto;
en esta valentía está mi orgullo.
Consuélame, último silencio.
Plácido, recóndito silencio.