Soy el pétalo que queda tras el Mal del ser humano, primogénita discreta de la guerra y del pecado. En mi blanco pecho llevo la memoria de los muertos: cielo negro, tierra negra devorada por el fuego; silencio sagrado. Desnuda, en luna llena, voy penando por las calles. Cuantos sueñan (yo los oigo) se revuelcan en sus sueños criminales. Silencio sagrado.
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